de penas y amores

Ay! de los encuentros y desencuentros, en esta vida todos pasan por cosas y cosas, y quién mejor que nuestro cartonero casero lo sabe, cuando la lluvia deja de pegar en la cara, la fonola sigue goteando, en este arrabalero espacio de mixtas culturas y entretejidos pensamientos seguimos pensando que el cucharón no deja de latir, por eso el hombre lechuga creo esta especie de marco ventanal respecto del momento postrero al amor sufrido, el momento del llanto visceral que da pie a los boleros, a las sufridas baladas, de ahi viene esta imagen, como angel negro de la muerte sentimental, como hermoso recuerdo de un velorio fraterno y medio alcoholizado, como el alegre canto libre del llanto sobre una muerte inesperada, todo el sentir profundo se pierde en unas gotas tintezcas, pero que con el tiempo se convierten en medallas, inevitables, intangibles, imperdonables.